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martes, 22 de febrero de 2011

Astroecología

El astrofísico David Barrado Navascués siente una gran pasión por su trabajo: científico. Pero además, parece consciente del importante papel que los miembros de la comunidad científica juegan a inicios del siglo XXI: es un estupendo didacta, capaz de acercar los conocimientos sobre ese complejo campo que es la astrofísica a personas no iniciadas.

Dentro del ciclo de conferencias que realiza Cajastur (Dos días de ciencia) hemos podido contar con la presencia de David, este lunes 21 de febrero. La conferencia llevaba por título "La Tierra desde el espacio. Buscando exoplanetas", pero en la presentación de apoyo que utilizó una palabra destacaba sobre el resto: Astroecología. ¡Curiosa palabra! Realmente fue el eje vertebrador que dio sentido a las palabras de David, como estrella central: las relaciones e interacciones entre la biota de nuestro planeta y el espacio exterior, con todo lo que ello conlleva.

¿Pero quién es David Barrado? Brevemente podemos decir de él que se licenció en Ciencias Físicas y realizó su doctorado (PhD) en Universidad Complutense de Madrid, y desde entonces y hasta la actualidad se ha dedicado a la investigación, pasando por diversos centros de Estados Unidos, Alemania o España, entre los que se incluye el Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica en Cambridge (EE UU). Ha publicado más de un centenar de artículos en revistas de reconocido prestigio relacionados con la búsqueda y caracterización de objetos subestelares, entre otros, y trabajado en el Centro Europeo de Astronomía Espacial (ESAC), el Centro de Astrobiología (CAB) y el proyecto MIRI, como miembro del INTA. Desde hace menos de un año ha sido nombrado Director del Centro Astronómico Hispano Alemán (CAHA) -funciona conjuntamente con el Max-Planck-Institut für Astronomie (MPIA) de Heidelberg, conocido como el observatorio de Calar Alto, el mejor puesto de observación astronómica de España.

Hay una suposición que se acepta entre el gran público: si preguntas ¿qué construcción humana es observable desde el espacio?, con una alta probabilidad te contestarían "la muralla china". Sin embargo, a David Barrado le ha contado un colega que ha visto la Tierra desde el espacio que realmente la muralla se ve a duras penas, conociendo el lugar en que se encuentra... se ven mejor las pirámides de Gizeh, especialmente al anochecer, pero la obra -que no de arte- humana más visiblemente observable es................... ¡¡¡la superficie de invernaderos del sur de Almería!!! Forman una zona de alta reflectividad que es fácilmente localizable. Sin profundizar en las consecuencias ecológicas y en precio de biodiversidad, solamente notar la terrible pérdida de espacio natural que supone, de la que nos podemos hacer una idea simplemente por comparación con las dos estructuras mencionadas, que todo el mundo conoce y puede imaginar cómo de extensa es esta zona (para verla en detalle ir a Google Earth, coordenadas: 36º47'52.44'' N - 2º39'31.64'' O, aproximadamente).

La reflectividad mediante la cual se pueden ver los invernaderos desde el espacio nos puede servir de instrumento para la búsqueda de exoplanetas, considerando la reflectividad detectada en los planetas descubiertos. Pero una vez localizados los nuevos planetas allende nuestra galaxia, queremos conocer de ellos parámetros que abarcan su estructura, composición, dinámica y evolución. Este último está ligado a una importante idea: los planetas son dinámicos y evolucionan a lo largo del tiempo. Aunque no es correcto realizar paralelismos entre la evolución biológica, en el sentido más darwiniano del término, y la planetaria, la realidad es que los planetas no son para nada estáticos, sino que cambian con el tiempo (Millones de años), viéndose modificadas sus estructuras, componentes, etc. etc. ¿Cómo era La Tierra hace 5.000 millones de años? ¡cuánto ha cambiado!

El desarrollo tecnológico ha permitido que en la actualidad se puedan realizar investigaciones con fines ambiciosos. Uno de estos proyectos es el proyecto GAIA, en el que participa David Barrado y en el que se busca conocer la habitabilidad de los planetas conocidos. Conociendo diferentes variables concretas de cada planeta se puede establecer un rango de habitabilidad para seres vivos del tipo que conocemos que habitan la Tierra ahora o lo han hecho en un pasado. En el caso del Sistema Solar, en este rango estaría nuestro planeta, y en el límite, Venus y Marte (que también tiene ciclo del agua, pero mucho más lento que el terrestre).

El conocimiento de estos planetas y su estudio detallado pueden contribuir no sólo a suplir ese ansia de conocimiento inherente a la especie humana, sino también darnos indicaciones de cómo es la dinámica de los planetas a lo largo del tiempo... y extrapolarlo a la Tierra (en la medida de lo posible).

Así, podremos estimar cuál puede ser el futuro más inmediato, considerando los evidentísimos cambios actuales enmarcados en el cambio global (glaciares, temperatura, biodiversidad, etc. etc. etc.). Somos poco más que una anécdota en la historia del planeta, que sin embargo está generando tantos cambios y tan drásticos que influimos directamente en las dinámicas planetarias. No parece que estemos yendo por el "buen camino", en lo que a cuidado del medio ambiente se refiere: en las próximas décadas se prevé un aumento de unos 3ºC en la Península Ibérica, lo que sin ninguna duda acarreará graves alteraciones del modus vivendi de las personas, tal como lo conocemos a día de hoy.

Me quedo con el mensaje que nos lanzó David: es necesario invertir en investigación. Aunque estemos en época de crisis económico-financiera, la ciencia es el motor que nos permite avanzar. Por eso es cada vez más necesario e importante que los científicos acerquen el conocimiento científico a la sociedad en general -y que los profes se nutran de ello para llevarlo a las escuelas, institutos y universidades-, para que ésta se percate de por qué es ahora más que nunca invertir en investigación, sin recortes.

La información de la conferencia en la que está basado este post está recogida en el segundo libro de David: "Visiones de Gaia: la Tierra desde el espacio", que con generosidad nos permite consultarlo on-line:


Mirando a las estrellas, y preguntándonos qué hay ahí fuera, pero sobre todo, cómo cuidar lo que hay bajo nuestros pies, recomiendo encarecidamente la visita a la página de David, en la que podréis encontrar información variada, imágenes, vídeos educativos, etc. etc., simplemente clicando en:

http://www.laeff.inta.es/users/barrado/

y su blog personal (Cuaderno de Bitácora Estelar): http://www.madrimasd.org/blogs/astrofisica/

1 comentario:

  1. Bueno es un comienzo muy intereante el de este blog, a mi que tengo una cultura científica un poco limitada tengo que reconocer que me parece un tema de lo más sugerente.
    Queli Fueyo

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